sábado, 29 de julio de 2017

PARTIDOS, ASOCIACIONES Y NEGOCIOS por RAMÓN BAU


En mi larga lucha política nacionalsocialista me he equivocado varias veces, pero algunas de ellas son menores, excusables en todo ser humano, en cambio en dos o tres ocasiones mi error fue más grave.

Una de ellas fue mi salida de Cedade, debí quedarme con Mota tratando de arreglar el desastre (aunque no lo lograse y tuvo que marcharse también al cabo de 4 años), en vez de marcharme y criticarlo desde fuera.

Pero sobretodo mi error fue creer que tanto los que se fueron conmigo como los que provocaron que me tuviera que ir, querían seguir siendo Nacionalsocialistas, casi todos ellos acabaron por dejar la lucha nacionalsocialista activa en tres grandes nuevas direcciones:

1- Formar partidos, revistas o asociaciones que ya no eran Nacionalsocialistas.
2- Dejarlo todo y dedicarse a su vida.
3- Montar negocios propios para vender cosas a los nacionalsocialistas.

Pero ni uno quiso montar otra asociación Nacionalsocialista, intentando continuar Cedade en su estilo, arte, cultura y ética, aunque fuera sin éxito, sin votos ni beneficios económicos.

Y es que cada una de estas tres salidas tiene características muy distintas.

Montar un Partido se debe hacer sólo si se quieren lograr votos, o sea presentarse a elecciones. Si no es para este fin es absurdo montar un Partido, que además de obligaciones legales de presentarse elecciones, no tiene ventaja alguna especial. Desconcierta al que se afilia, puesto que piensa que es un Partido, y asume unas elecciones futuras.

Pero lo peor de montar un Partido es que si se quiere tener votos para algo más que ‘hacer ver que se han presentado’, se deberá ofrecer un programa adaptado a la gente, y por supuesto eliminar la presencia Nacionalsocialista como tal. En una palabra, es la opción para los que quieren dejar de ser nacionalsocialistas, se dedican a platear soluciones hacia la derecha o la izquierda, adaptándose al Sistema si quieren lograr algo más de los 1.000 votos en toda España.

No es que sea algo nefasto, pero es ya algo fuera del Nacionalsocialismo, es una posición para no tener miedo a represiones y no tener que ajustarse a una ética y estilo NS, sino ir a las zonas en que parte de la gente del sistema puedan acomodarse.

Por supuesto si se pretende crear un partido de ‘alternativa’ no Nacionalsocialista, normalmente escorado de mala forma a la derecha, no es algo que nos afecte siempre que no se cometa la infamia de seguir apareciendo en ambientes Nacionalsocialistas y presentándose ‘personalmente’ como tal, de forma que se ensucia nuestro ideal y nombre. Alguien con decencia al menos expondría públicamente que ya no es NS sino otra cosa.

En cuanto a montar un negocio, es otra salida perfectamente válida siempre que uno asuma que es un profesional, y como tal no tratar de aparecer tampoco como un militante sacrificado que se entrega gratuitamente a la lucha. La única posición aceptable sería que los beneficios del negocio van a una organización de la lucha NS no privada, en vez de al revés: los dineros de los NS van al negocio personal y solucionar sus problemas.

Formar una Comunidad y una Asociación es la solución dura y esforzada para mantenerse como Nacionalsocialista, hay que editar libros, revistas, folletos, propaganda, hacer actos, formarse, todo suele costar dinero y trabajo, no hay recompensa sino en el Deber cumplido, en el Honor.

Por supuesto actualmente no se va a lograr un éxito con este tema (ni con las otras opciones), pero tampoco se va a traicionar el estilo, principios y Valores. Quizás en un momento dado sea posible otra salida, se vea un camino Nacionalsocialista de acción más directa, pero hoy y ahora mantenerse en pie y la constancia, no dejar degenerar nuestras ideas y valores, es la única salida honorable.

Por supuesto una Asociación no es algo individual o personal, se necesitan locales, actos y administración, cuotas y relaciones, por ello hoy se tiende más a lo individual, a no hacer más que lo que uno desea, y que trabajen y organicen otros. Es el individualismo, la pretensión de figurar pero sin arriesgarse al trabajo en comunidad.

GIRONDINOS, MENCHEVIQUES Y LEPENISTAS

Hoy hay bastantes ex nacionalsocialistas que ponen como ejemplo de lo que hay que lograr al Lepenismo, u otras actuaciones de la extrema derecha europea.

Por supuesto saben que eso exige tirar por la borda todo ideal, declararse anti fascista, aliarse con gente contraria totalmente a las ideas, valores, ética y posiciones Nacionalsocialistas. Pero con estas condiciones y con una total falta de ética es posible a veces lograr un éxito electoral.

En este tema voy a ser muy claro: son miserables útiles. Su traición y su falta de honor nos son útiles, despreciamos su actuación personal, pero no deja de ser una forma de romper la estabilidad del sistema.

El zarismo nunca hubiera caído directamente por los bolcheviques radicales, fueron precisos los mencheviques, masones y demo capitalistas, los politiqueros salidos de la burguesía zarista, los que rompieron la unidad del sistema desde dentro, y aprovechando las circunstancias de la derrota militar en 1917, implantaron una ‘democracia tambaleante’, que favoreció la toma del poder a los bolcheviques.

Lo mismo pasó en Francia, no fue Robespierre el que derribó la monarquía, sino los moderados masones y ‘demócratas’ que buscaban una Monarquía constitucional, casi todos ellos salidos de la propia nobleza y burguesía monárquica, para luego los girondinos proponer una República moderada… todo ello quebró el sistema y permitió al final el triunfo jacobino.

Un sistema debe resquebrajarse desde dentro antes que seas posible ‘cambiar el sistema’ totalmente.
Por supuesto los mencheviques y los girondinos eran unos miserables, no se dieron cuenta de que sus ideas eran un apaño entre las del sistema anterior y las nuevas, y que una vez roto el sistema anterior las nuevas ideas anti sistema iban a arrasar sus componendas.

En España los grupos ‘republicanos’, con ese miserable de Azaña a la cabeza, sufrieron la misma situación, fueron los que derribaron la monarquía, instauraron la República burguesa, y fueron arrasados por los anarquistas y comunistas.

Es posible que un día futuro, lejano aun y totalmente improbable sin unas circunstancias externas de crisis radical que lo hagan posible, esos movimientos actuales Lepenistas y similares, logren el poder, y entonces sus componendas ideológicas, su falta de estilo, su cobardía y aburguesamiento, serán víctima de los revolucionarios del Nuevo Orden.

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