"Quien controla el pasado, controla el futuro; y quien controla el presente, controla el pasado".
George Orwell.
Se carece en España de ensayos que nos documenten sobre la contradictoria personalidad de George Orwell (1). En esta corta referencia se tratará de presentar sus aspectos más sobresalientes. Para los iniciados en literatura sobre la guerra de 1936 en España, no se les escapará su obra "Homenaje a Cataluña", donde describe con acierto la situación de Barcelona en los primeros tiempos de la guerra. Orwell había llegado con las Brigadas Internacionales y demostró cierta simpatía hacia el POUM. Su obra contiene algunos errores resaltados en el prólogo en la edición española. No fue bien acogida en los círculos izquierdistas y estuvo prohibida durante un tiempo en el sistema político anterior.
La otra obra que en España (y en los demás países) es muy conocida es "Rebelión en la granja". Con esta novela los críticos no se ponen de acuerdo y se escinden en dos: quienes creen que la obra es una alegoría antiestalinista y quienes afirman que es una sátira anticomunista. Quien desee ahondar y conocer más profundamente sus opiniones sobre este tema, deberá leer su ensayo "El Camino de Wigan Pier", que no sentó bien en los ambientes socialistas y comunistas. Y, sin embargo, él pertenecía a la "Sociedad Fabiana", círculo más o menos esotérico y ligado a otros menos conocidos, que buscan la realización de un Gobierno Mundial y proponen un socialismo por medio de reformas.
Como persona enigmática se le podría definir, pues, aunque en "El Camino de Wigan Pier" aborda el fascismo con unos confusos ataques: "Para combatir el fascismo, es necesario entenderlo, lo cual implica reconocer que contiene alguna cosa buena, además de las muchas malas". No obstante nada concreto, y en todo caso, las "muchas malas" las resume como "una vergonzosa tiranía"; sin embargo, insisto en el calificativo de persona enigmática, porque en todas sus obras una constante se repite: la referencia de sus personajes a los judíos, citándolos con desdén y de manera siempre despectiva. Léase como muestra: "El Imperio Británico es sencillamente un aparato que sirve para darles monopolios comerciales a los ingleses, o mejor dicho, a las pandillas de judíos y burgueses" (La marca).
"El dueño era un judío pelirrojo, un hombre extraordinariamente desagradable. Hubiera sido un placer aplastarle las narices a ese judío" (Sin blanca en París y Londres). "También se veía un sordomudo, tieso como un palo, y un pequeño judío de media edad, con una pelliza, y que había sido comprador de una sólida razón social de matarifes KOSHER. Aquel personaje se había apropiado de veintiséis libras, en Aberdeen y otras plazas, gastándose el dinero con prostitutas. El hombre se sentía atropellado porque sostenía que tenían que haberle mandado al tribunal del rabino y no al de la policía" ( ¡Venciste, Rosemary!). "... bestiales atrocidades... odiosas manifestaciones de sadismo... porras de goma... campos de concentración... vergonzosa persecución de los judíos... oscurantismo... civilización europea... actuar antes de que sea demasiado tarde... indignación de todos los pueblos civilizados.. alianza de todas las naciones democráticas... actitud firme... defensa de la democracia... democracia... fascismo... democracia... fascismo... democracia... Ya conocen el disco ustedes. Estos tipos pueden hacerlo durar horas y horas. Es igual que un gramófono. Se da vuelta a la manivela, se aprieta el botón y se pone en marcha: democracia, fascismo, democracia...
Pero en cierta manera me interesaba observarle. Un hombrecito de aspecto insignificante, de cara pálida y cabeza calva, sentado en un estrado soltando consignas. ¿Qué está haciendo? De manera totalmente abierta y deliberada, está suscitando odio. Está haciendo todo lo que puede para hacernos odiar a unos extranjeros llamados fascistas. Qué raro, pensé, ser conocido como "el señor fulano, el conocido antifascista". Extraña profesión, el antifascismo. Me imagino que este hombre se gana la vida escribiendo libros contra Hitler. Pero, ¿qué hacía antes de que Hitler subiese al poder? ¿qué hará si Hitler desaparece algún día?... Estaba tratando de despertar odio en el auditorio, pero aquello no era nada comparado con el odio que sentía él mismo... Debe ser interesante conocer a un individuo así en la vida privada. Pero ¿tiene vida privada? ¿o se dedica sólo a ir de estrado en estrado levantando odio?".
"Los tres comunistas y el joven judío subieron por la calle y siguieron dándole a la solidaridad proletaria, a la dialéctica y a lo que dijo Trotsky en 1917. En realidad, los cuatro eran iguales" (Subir por el aire).
"El peor de todos era el judío de la esquina, el propietario del Knockout Trousers Ltd. Se había dado cuenta de que no era una prostituta, pero pensaba que viviendo donde Mary no tardaría mucho en serlo, y se le hacía la boca agua. Cuando la veía bajando por el callejón, se apostaba en la esquina, con un abultado pecho bien sacado y la mirada torva y lujuriosa puesta inquisitivamente en ella" (La hija del reverendo).
Ahora bien, donde la pluma de Orwell alcanza la maestría es en "1984". Es una novela densa, pesimista. Escrita después de la segunda guerra mundial, en 1949, ¿nos avisaba del peligro que se avecinaba, el Gobierno Mundial Judío? ¿Entrevió las "fuerzas ocultas" que la desencadenaron? ¿Es posible que leyera algunos libros que desmitificaban la propaganda aliada, como "Vindicated Bombing" de J.M.Spaigth, subsecretario del Ejército del Aire, publicado en 1944, en el que se reconoce que los bombardeos sobre poblaciones civiles fueron llevados a cabo primeramente por los ingleses? Que estuviera interesado en el tema, no cabe duda, pues en la colección de ensayos, publicada bajo el título "Cazando un elefante", dedica un capítulo "Consideraciones acerca de Jarnes Bumhan", para tratar el porvenir de una sociedad centralizada, planificada y despersonalizada. Dice en un pie de nota que en una encuesta efectuada entre las tropas americanas que estaban en Alemania, demostró que el 51 por ciento "pensaba que Hitler hizo mucho bien antes de 1939". Se hizo esta encuesta después de tres años de propaganda antinazi. No consta la fecha del ensayo, pero debió escribirlo antes de "1984", pues no se muestra muy favorable a las tesis de Bumhan, aunque en "1984" las adoptaría.
Novela clave ésta. La Revista de Occidente (2) dedicaría pocas líneas en un artículo de Luis A. Diez a comentar sus obras, de manera muy superficial para una revista de tal categoría con un autor tan controvertido. Al referirse a "1984", la manipulación es manifiesta y evidente. Según el articulista, la temática de la novela apunta a lo que hubiera ocurrido en Inglaterra, en el caso de que hubiera sido conquistada por el Ejercito Alemán. Más cierto y verídico parece que Luis A. Diez trabaja para el Ministerio de la Verdad, "control de la realidad", en neolengua, "doblepensar". Toma una novela futurista y retrotrae sus efectos a una hipotética situación anterior. Ejemplar funcionario del Ministerio de la Verdad.
Ignoro qué razones impulsaron a Orwell para fijar la fecha de “1984". Pero ésta se ha convertido en punto de referencia para escritores, ensayistas e incluso políticos. ¿Era un iniciado? La suma de las cifras es 22, número esotérico para René Guénon. La novela es una denuncia de un futuro que es realidad. ¿Existe la HERMANDAD?. Desde luego, se vislumbran entre los bastidores de la política sociedades secretas y ligas, subterráneas, como las califica un político del PSOE (3) entre los bloques de las grandes potencias.
¿Y el GRAN HERMANO? ¿se materializa? "De todas formas, estas cosas se mueven, también, por otras coordenadas, y al final suelen depender de lo que llaman aquí "THE BIG BROTHER " o "EL HERMANO MAYOR"-, elocuente expresión de ese SUPRAPODER que, en realidad, mueve los hilos de la política, por encima de la Casa Blanca y el propio Capitolio" (4). M. B.
NOTAS.-
(1) George Orwell, llamado en realidad, Eric Blair, nació en Motihari, Bengala, de padres ingleses, en 1903 y falleció en 1950, tuberculoso, en Londres.
(2) Revista de Occidente, febrero de 1976.
(3) Alfonso Guerra, en Interviu, 15-3-1978, núm. 95.
(4) Julio Camarero, en el diario Pueblo, 9-12-1978. Desde Nueva York.
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