No vamos a hablar de ‘países comunistas’, puesto que ya solo queda esa locura de Corea del Norte. He visitado China y allí reina el capitalismo más extremo bajo una política oficial ‘comunista’ que hace de policía de las empresas, solo para mantener cargos y evitar huelgas, protestas, etc.
Tampoco vamos a hablar de Cuba que está en camino al capitalismo bajo una versión similar a la China.
El tema es hablar de las personas que se llaman más o menos oficialmente ‘comunistas’, de la gente en países como China o Cuba o en los países capitalistas democráticos.
Hoy en realidad fuera de unos pocos la mayoría se asimilan más bajo el paraguas de eso que llaman ‘progresistas’ que bajo la palabra ‘comunista’.
Hace ya unos años que el ‘proletariado’ (que viene de obreros con prole, trabajando a cuenta de un empresario) no tiene ya nada que ver con la base de los partidos comunistas o progresistas en los países democráticos.
La base actual son inmigrantes que desean solo la nacionalidad para dedicarse a otras cosas, estudiantes que estudian poco, y todo tipo de gentes sin familia (prole) que se dedican a protestar rompiendo vidrios de tiendas o quemando contenedores de basura, los okupas para tener un lugar donde fumar porros (cuando no drogas peores), bailar rock duro, ligar en sexo libre, las tribus de transexuales y todo tipo de medio-sexuales y mucha carne de psiquiatra.
En otros países están los indigenistas sudamericanos, que desean volver al mundo azteca o inca, del que no saben nada.
Hay un montón de chavales de esos que llevan camisetas de ‘el Che’ junto a dibujos de plantas de marihuana, que viven como el más decadente de los capitalistas, pero sin dinero para ejercerlo a tope, que es lo que les hace llamarse ‘comunistas’.
Se me hablará de los Sindicatos, refugio de chupópteros que cobran (de las subvenciones estatales) con la excusa de servir de ‘Gestores del papeleo y protestas’ de los trabajadores, y de ‘Agencia de Formación’ sin formar a nadie pero que cobran por ello de las administraciones. Su burocratización es total, podrían ser sustituidos sin problemas (y con ventaja) por unas Gestorías Laborales.
Por supuesto los PC europeos hace décadas que pactan con los mal llamados partidos ‘socialistas’ del sistema, para gestionar el capitalismo más absoluto, sentándose en Cajas, empresas públicas y cargos de todo tipo, obedientes al FMI, BCE y a quien haga falta.
En cuanto a sus ‘ideas’ se reducen a dos grandes líneas: Las demagógicas de tipo económico, que jamás realizan si llegan al poder, solos (Syriza como ejemplo) o acompañados (PC’s en general), y las ideas progresistas, o sea contra toda moral, desde sexualistas, feministas, abortistas, inmigración a tope, droga libre, laicismo anti-religioso y sobre todo, eso sí, sobre todo, anti-fascismo que sustituye al ‘anti-capitalismo’, dado que han tenido que aceptar el capitalismo y la democracia como sistema.
Cuando en los años 60 en la España franquista empezaron a llegar los Beatles, las fiestas de bailes sexistas, el alcohol y la farándula burguesa, era ya evidente que en pocos años la gente querría ir al capitalismo democrático, pues ya querían ‘vivir’ como capitalistas democráticos. No fueron los demócratas los que derribaron al franquismo, sino la forma de vida y la mentalidad impuesta a la gente por los medios de masas y el poder del dinero.
Algo similar podemos ver ahora en Cuba, cuando se organiza una enorme fiesta gratuita para recibir a los Rolling Stones, ante cientos de miles de cubanos histéricos.
Cuando uno de esos decadentes rockeros dijo: "Sabemos que años atrás era difícil escuchar nuestra música en Cuba, pero aquí estamos tocando para ustedes en su linda tierra. Pienso que finalmente los tiempos están cambiando" está precisamente sentenciando la realidad de una decadencia anunciada.
En la zona VIP de esa fiesta estaban la top model Naomi Campbell o el actor Richard Gere, junto a otros miembros de la farándula capitalista, los nuevos dirigentes ‘espirituales’ del ‘comunismo cubano’.
El problema no es que haya libertad para que unos rockeros toquen en un país, el problema es que una revolución anti sistema no haya logrado que el pueblo no quiera saber nada de esas cosas, que no tenga interés alguno en la forma de vida del capitalismo decadente.
No me imagino a esas top model y sus actores de Hollywood, junto a las ‘Satánicas Majestades’, como la prensa llama a los Rolling, actuando ante las SA Hitlerianas, no tanto por la prohibición sino por su rechazo a ello.
Incluso en la URSS inicial, cuando, aunque por un camino equivocado, intentaban ser algo distinto al capitalismo, estaba prohibido el rock, la decadencia sexualista, el arte abstracto-basura, los progres del porro y toda la fauna que actualmente se llama ‘comunista’.
Eso nos debe hacer comprender que una Revolución no es el poder político sino lograr una forma de vida distinta en la Comunidad popular, y lograrlo no por prohibiciones sino por convencimiento.
Por eso estoy también seguro que Hitler tendría la misma sorpresa si viera a esos pretendidos ‘nazis’ de ahora pactando con sionistas, degenerados y con la derecha burguesa, o los que creen que hacer la ‘revolución’ es organizar fiestas con conciertos de rock-facha, alcohol y bailes.
La decadencia no empieza por las ideas sino por la forma de vida, por los deseos, por la manera de hacer.
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