domingo, 3 de abril de 2016

REVISIONISMO: ¿QUÉ QUEDA POR HACER? por RAMÓN BAU



El ‘Revisionismo’ en sí no es algo ceñido a la II Guerra Mundial, sino destinado a combatir las mentiras y mitos en la Historia oficial de cada época. O sea a la búsqueda de la Verdad oculta tras los intereses políticos, económicos o de poder.

En ese sentido estricto, el Revisionismo siempre será algo activo y necesario como resultado de nuestro compromiso con la Verdad dentro de la Cosmovisión Nacionalsocialista (y ello tanto si esa Verdad nos es favorable, política o estratégicamente, como si no lo es).

Ahora bien, en el mundo de las palabras, su significado público no es siempre el correcto, y en el caso de ‘Revisionismo’ aun menos.

Hoy en día se llama ‘Revisionismo’ sólo a la crítica sobre el mal llamado ‘Holocausto’. Con lo cual se falsifica el sentido real de dos palabras: Revisionismo y Holocausto.

En todo caso deberíamos decir que ‘Revisionismo’‘ en su sentido actual restrictivo es poner en crítica histórica seria la VERSIÓN OFICIAL DE LOS VENCEDORES (mal llamado Holocausto) sobre los hechos acontecidos a los judíos durante la II Guerra Mundial.

Poner en crítica histórica no significa negar toda la Versión Oficial de los Vencedores (VOV en adelante para abreviar), sino aplicar a esa VOV los métodos de estudio histórico normales y científicos, sin atender a otras imposiciones o restricciones.

En realidad el revisionismo en los últimos 40 años ha dejado ya una enorme cantidad de pruebas, datos y análisis que contradicen totalmente la VOV, y siguen saliendo más datos sobre ello. Hace poco, por ejemplo, se analizaron los mensajes cifrados entre Berlín y los Campos de Concentración durante toda la guerra, textos que jamás han sido presentados por la VOV dado que la contradicen totalmente. Ya hay una enorme cantidad de datos revisionistas científicos: fotos aéreas de los campos, estudios de las rocas y paredes de las presuntas cámaras de gas, estudios sobre el uso de esas presuntas cámaras de gas, análisis del uso del Zyclon B, datos sobre los crematorios, críticas a las declaraciones de ‘testigos’, ausencia de estudios forenses, etc., etc.

Es evidente que pueden ir saliendo más datos, aportados por estudiosos a fondo del tema, especialistas que estudian los documentos originales, que efectúan análisis y trabajos muy especializados, todo ello fuera del alcance y comprensión de la gente normal.

Ahora bien, ninguno de esos datos o estudios van a convencer a las masas de que el llamado Holocausto es solo la VOV (VERSIÓN OFICIAL DE LOS VENCEDORES), porque las masas no reciben datos sino propaganda. No les interesa la Verdad sino en tanto es pública y aceptada por los medios de difusión oficiales.

Por tanto considero totalmente inútil que los grupos políticos o sociales minoritarios y sin medios para llegar a las masas se dediquen a difundir esos datos científicos e históricos sobre la VOV en pequeñas publicaciones o Web’s. Hoy ya hay libros y textos más que suficientes para una destrucción de la VOV. El problema es que no estamos combatiendo contra la VOV sino contra un Mito, una versión deificada, una propaganda aplastante, una novela de cine y de la TV, en una palabra, una visión mágico-mediática que no puede ser combatida con Ciencia porque no se basa en temas científicos, sino en la propaganda de masas.

Y tampoco nosotros deseamos convertir este tema en otra versión apologética que genere otro Mito contrario, en otra mentira de signo contrario. Por tanto deseamos un estudio real y serio, lo que no es el medio para combatir un Mito creado por la propaganda.

Por ello creo que el revisionismo debe reducirse al trabajo serio de unos pocos especialistas, en revistas especializadas, que dejen esos datos reflejados y disponibles para otra fase de la lucha contra la VOV.

La VOV solo puede ser derribada y reconvertida en una Versión Histórica científica mediante una catarsis generalizada de todo el sistema. O sea dominando los medios de masas y efectuando una reflexión profunda, no ya de la VOV sino de todo el sistema de mentiras en que se basa el sistema plutocrático y progresista.

El fin de un Mito exige el derribo de toda la ‘religión’ que lo ha creado. No se puede combatir un Mito con solo argumentos de la Ciencia, estando las masas mentalmente dentro del mismo entorno ‘religioso’ que lo ha creado.

La lucha política actual no está centrada en un tema histórico, ni histérico, sino en la lucha contra el poder económico, y el estado vivencial que promueve el egoísmo, materialismo, dinero y aborregamiento mental.

Solo derribando ese sistema político-mental, o sea cosmovisional, del Sistema progresista y materialista es posible establecer las bases para una destrucción de sus Mitos y sus mentiras, de todos ellos, en una campaña por la Verdad frente a la hipocresía, sin caer en apologías pero sin permitir el vasallaje político y económico sobre esa Verdad.

Y ese día, con los datos y pruebas que disponemos en abundancia, la lucha por la Verdad tendrá además un resultado adicional (que es el más importante a la fin y a la postre): demostrar que todo el sistema actual está basado en Mentiras, en una profunda hipocresía, en todos los temas, incluso en los más ‘sagrados’ para este mundo actual.

LA VERDAD ES ODIO PARA QUIENES ODIAN LA VERDAD.

Por supuesto no conozco ni un solo revisionista que niegue que todos los principales beligerantes de la II Guerra Mundial cometieron delitos de genocidio según la Ley española actual, desde luego incluyendo los alemanes. Y tampoco conozco ningún revisionista que diga que esos delitos de genocidio fueron pequeños, insignificantes o sin importancia.

Así pues el sistema ha inventado lo que llama ‘delitos de odio’, que se basan en considerar que toda crítica a la VOV fomenta ‘directa o indirectamente’ al odio.

Por supuesto el sistema no quiere en modo alguno usar esa nomenclatura real de VOV para referirse al mal llamado Holocausto, puesto que incluso las masas intuyen que la versión oficial de los vencedores de cualquier guerra en toda la historia de la humanidad ha estado siempre repleta de falsedades.

El ‘odio’ es pues la excusa para prohibir la Verdad. Y eso debe evitarse por dos motivos: Primero porque es injusto odiar a todos los judíos por mentiras que no han fabricado ellos como comunidad culpable en conjunto, sino una minoría o una clase dirigente, y no solo de judíos sino de todos los lacayos del sistema demo-progresista.

Segundo porque la búsqueda de la Verdad no va a excluir las culpas reales y los crímenes o genocidios reales, de forma que centrada la Verdad es posible por primera vez una común aceptación de culpas de todos los responsables de esos temas, y poder acabar con un enfrentamiento injusto e inútil. Claro que para ello debe haber buena voluntad no solo de una parte sino de todas, aceptando cada una sus errores y sus crímenes.

De la misma forma que solo comprendiendo y aceptando por los sionistas el crimen genocida cometido por Israel contra los Palestinos y compensándolos, es posible basar una paz en la que los palestinos acepten también sus errores, de la misma manera solo comprendiendo y aceptando la realidad del crimen financiero y las posiciones antinaturales de los grupos dirigentes talmudistas y sionistas en la historia es posible a la vez reconocer los crímenes cometidos contra los judíos inocentes en esa misma historia.

Esa catarsis de Verdad es hoy imposible de soñar, pero es sin duda la única salida honorable.
Y todo ello está totalmente alejado del ‘odio’ racial, precisamente es lo contrario: desea un Nuevo Orden donde los pueblos puedan existir sin injusticias ni mentiras.

Porque solo la Justicia establecida entre todos los responsables asegurará la Paz estable en este tema.

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